Volviste para dejarme abandonado

Un saludo inoportuno, unas cuantas palabras tiradas al aire y otras tantas directo a donde más duele, del oído directo al ego, y quizás unas cuantas alcanzan el corazón o aquello que hace que se siente un vacion lleno de dolor. Eras tu otra vez, llegando, entrando sin tocar, simplemente regresaste a recordar lo que alguna vez fue tuyo... o almenos eso nos hicimos creer.

Ya no duele, ya no provoca remordimiento, solo me dibuja una leve mueca en el rostro, pero me anima a continuar, dices que debemos estar felices, porque cada quien ha logrado lo que ha querido y que cada quien siguio su camino sin mirar atras... mentimos. Si hemos llegado hasta aquí, es por que volteabamos a ver varias veces e intentabamos avanzar para alejarnos de aquello que nos atormentaba, creamos un nuevo mundo, creamos, si, eso creímos.

Pero de pronto cuando me dices que todo ha cambiado, sacas de un cajón algo que creí perdido, me recuerdas mis pensamientos, aquello que un día nos hizo especiales; y mientras te veía, mientras volvía la alegría a tu rostro de aquellos ayeres comprendía que nada habia cambiado. Erás de nuevo tu, estabas ahí frente a mi, queriendo que fuera yo el que dijera las palabras que murmurabas lentamente.

Fallamos, herimos, pero sobre todo vivimos, regresaste para recordarme que todavía existe algo, pero sobre todo para recordarme, que no pudo ser y que de nuevo no podrá serlo. Volviste un instante solo para decirme adios definitivamente, pero no entiendo, ¿porqué volviste para despedirte olvidando tu maleta en la puerta?